18/4/11

Seguimos en Hanoi

Hoy no nos ha dado buena noche Sergio, entre que le dolerá la barriguita y los dientes que lo tienen loco, se ha despertado muchas veces en la noche, pero bueno como nos dicen todos eso es un niño.
Nos hemos levantado tempranito, hemos arreglado toda la habitación y hemos ido a desayunar. Cuando hemos terminado, a las 8 todos los papis se han ido a solicitar los pasaportes de los peques y las mamis no hemos quedado en la habitación.
Como Sergio está un poco inquieto con su barriguita nos ha comentado que le dieramos un poco de zumo de naranja, pero ni por eso.
Entonces su mami le ha dado unos paseos por los pasillos del hotel y se ha quedado dormidito hasta que ha llegado su papi a las 9.
Nos hemos bajado a la recepción del hotel, dónde una de las familias nos ha dado supositorios de glicerina y hemos subido corriendo a la habitación a ponerselo, a ver si sirve para algo.
Cuando hemos bajado, nos hemos encontrado a Inma y Jose con su hija Jade y hemos cogido un taxi dirección al Mausoleo de Ho Chi Minh, pero cuando hemos llegado cual ha sido nuestra sorpresa de que los lunes está cerrado, bueno mañana volveremos, entonces nos hemos ido a buscar el Templo de la Literatura, en la calle Nguyen Khuyen.
Por esa misma calle, en el número 98 nos hemos encontrado una tienda original de Adidas con algunas prendas con descuento del 40% y hemos comprado algunas por 10 y 20 euros. Allí hemos aprovechado para darle de comer a los niños, con la amabilidad de las dependientas que nos han sacado unas sillitas para sentarnos.
Cuando hemos salido de la tienda ha empezado a llover y los hemos tapado porque ya las mujeres vietnamitas nos han dicho varias veces que lo tapemos, para que no le den el sol ni tengan frio.
Hemos seguido la calle y hemos llegado al Templo de la Literatura. Merece la pena verlo, tiene unos jardines preciosos y al final las tortugas a las cuales hay que tocarle la cabeza y el caparazón para obtener longebidad y felicidad (nosotros hemos aprovechado para hacerlo).





























Antes de salir hemos comprado algunos regalitos, que por cierto, aquí parece que en los lugares turísticos valen más baratas las cosas.
En la puerta hemos cogido un taxi al hotel (34.000 Dong, un poco más de un euro), los niños y los mayores estamos algo cansados con estas calores. Cuando hemos llegado los papis han ido al restaurante italiano que hay cerca del hotel y han traído unas pizzas, nos la hemos comido en la habitación de los granainos, por cierto Sergio ya empieza a quererlo probar todo y se ha comido un poco del borde, y nos hemos ido a la habitación a cambiarlo, porque sí, el supositorio ha hecho efecto, por fin.
Ya tranquilito, ha empezado a gatear, bueno gatear no, ya vuela por toda la habitación y a jugar con los juguetes y pelotas que le hemos comprado.
A las 5 le hemos dado su primer potito de frutas y lo hemos pesado en el peso de la habitación, pesa 7,5 kilos más o menos.
A las 7 nos hemos ido otra vez a la habitación de los granainos, junto a la familia del Puerto, a brindar con champang, que han comprado estos últimos, por la llegada de los niños y a charlar un poco.
Y ya a hablar con la familia, que no conseguimos que lo vean despierto, porque a las 8 se queda dormidito y a descansar que mañana será otro día duro porque la calor, la humedad y el ruido de Hanoi cansan mucho a los que no estamos acostumbrados.

Ubicación:Hanoi

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