El día esperado

Este día es el que hemos esperado durante seis largos años, ya llegó, parece que nunca llegaría, pero ya se hizo realidad. Nos levantamos a las tres y media de la mañana, preparamos la bolsa de Sergio y bajamos al autobús dónde nos esperaba Hien y otra representante de Adecop.


A las cinco empezamos el camino, con el desayuno preparado por el hotel, llegando al Departamento de Justicia de Lang Son a las 7 y cuarenta





dónde subimos unas escaleras y entramos en una sala con un mesa grande rodeada de sillas negras, dónde posteriormente sería la ceremonia de entrega.



Entonces empezaron las entrevistas, llamaron familia por familia, durando cada una, unos quince minutos, en las cuales se hace la presentación de la familia adoptante y la biológica.
A las once terminaron las entrevistas, entonces entraron en la sala las autoridades vietnamitas entre los que estaba el director del orfanato y no llamaron familia por familia par firmar el documento de aceptación y en el libro del registro, hecho ésto comenzó la ceremonia de entrega, dónde la familia biológica entreg el niño a la familia adoptante, paso que no contaremos porque es un poco personal.
Cada cuidadora entregó a las familias un biberón para que se lo diera a la vuelta. Hay que decir que los niños en este orfanato están bastante cuidados, la ropa que traen bastante limpios y bastante sanos, sólo algún que otro resfiado.
La vuelta fue un poco ruidosa, porque casi todos lloraron, algunos tomaron su biberón, aunque Sergio no consistió probarlo, se dormió después de hartarse de llorar, aunque de vez en cuando se despertaba y lloraba.
Cuando llegamos al hotel, todos nos subimos muy cansados a la habitación.
Nosotros le cambiamos el pañal, y le hicimos otro biberón de leche, cuando se lo tomó fuimos a ver a la familia de Granada, la cual, su niña ya estaba dormidita, entonces volvimos a la nuestra, le dios un plátano, el cual se comió enterito y al intentar lavarle las manos en el lavabo, empezó a jugar con el agua, por lo que le quitamos la ropita y llegó a meterse entero en el lavabo y aprovechamos para enjabonarlo.
Bañadito ya, aprovechamos para enseñarselo a la familia. Mientras tanto se quedo dormidito entre nuestros brazos. ¡Qué bonito que es!, ¡Qué sensaciones tan bonitas estamos sintiendo!
Tenemos muchas ganas de volver a España para que nuestros amigos y familias lo conozcan y puedan disfrutar de él igual que nosotro, pero a la vez queremos quedarnos un poco más para ver el pais que lo ha visto nacer y así poderselo contar cuando sea mayor.

Ubicación:Lang Son